El blog es para que te entretengas un rato y calentarte, saca tu lado morboso y dejate llevar por las fotos y los relatos. Si no quieres comentar igual te agradeceria que al final pusieras tu reacción, no te quitara nada de tiempo y me ayudará a saber que te gusta.
Que te diviertas hottie, te mando un abrazo y un agarrón de nalga. Tu amigo OneErection, ciao.

La Sexcundaria

Mi nombre es Cesar tengo 15 años y estudio la secundaria, en un colegio de paga de la ciudad. Soy un chico de complexión delgada, pero algo ejercitado por el futbol que practico siempre en las clases extracurriculares que ofrece mi escuela, tengo cabello oscuro un poco largo, piel morena, ojos cafés y labios algo rosados, mido masomenos 1.76 cm y aunque no tengo una característica en especial me considero atractivo. Lo que les contare fue la primera vez que tuve sexo con alguien y vaya que me gustó.
Faltaban 4 meses para salir de la escuela y por lo tanto ir a la preparatoria, me sentía muy cómodo en mi salón puesto que aunque no soy el más popular si soy conocido y tengo mi buena cantidad de amigos. El colegio era algo grande, de esos que tienen muchos campus en el país. Mi salón era el C  ya que mi generación estaba separada en 4 salones. Todo era divertido menos el horario de clases, nunca había sido bueno para concentrarme y tampoco era de los más inteligentes, pero los maestros no me tenían como el desmadroso gracias a dios.
Nunca había dudado de mi sexualidad hasta ese ultimo año cuando empezó a florecer el morbo entre mis amigos y yo, varios teníamos novia y casi todos habíamos ya fajado con ellas. Era común, entrabas al cine y no veías la película, pero vaya que te la pasabas bien. Las pajas era algo que nos hacíamos desde poco antes de salir de 6° de primaria, así que eso no era nuevo, pero el sexo era algo que casi nadie había tenido, supongo que fui de los primeros pero nunca lo dije, ni presumí como los demás, por un razón, fue homosexual. No estaba planeado pero se dio y lo disfrute, pero sabiendo que podría afectar a personas a mi alrededor nunca lo dije. Ya me había bañado con amigos o incluso hecho pajas grupales pero nada más, nunca ningún acercamiento o atracción, pero esa vez la sangre definitivamente subió a mi cabeza.
Mi horario del jueves era horrible, 2 horas de matemáticas, una de geografía, receso, 2 de química, otro receso y 2 de historia de México. Mi profesor de historia, era de todos, el que menos me agradaba y yo a él. A mi me cagaba que todo lo que hiciera el gobierno el lo criticaba, nada le parecía y yo me la vivía peleado con él por eso, pero los jueves por lo general ya no lo escuchaba, tenía la mente dispersa por estar esperando la hora de jugar. Las clases terminaban a las 2 de la tarde pero aún tenia que quedarme hasta las 3:30 por el fut, nos daban 20 minutos al principio de la clase para cambiarnos, comer algo, si queríamos o hacer cualquier cosa. Terminando el entrenamiento nos íbamos a nuestras casa, pero como me iba en camión y tenía que tomar 2, siempre me tomaba mi tiempo visitando amigos, cotorreando, yendo a centros comerciales o pidiendo pizza con ellos. 
Pero está vez estaba muy cansado y quería llegar a mi casa a bañarme, comer y dormir el resto de la tarde. Me despedí de mis amigos y tome las 2 mochilas que traía, una con mi uniforme y la otra con mis libros, llevaba puesto mis taquetes, un short y mi playera de deportes, siempre terminaba todo sudado y con lodo. Cuando me dirigía a la salida de la escuela me di cuenta que no traía mi chamarra, mierda y yo que quería llegar rápido, me regrese a las canchas pero no había nada, fui a los baños en donde me cambiaba y nada, así que decidí asomarme al salón para ver si ahí estaba, si no la buscaría mañana.
Por suerte el salón aún se encontraba abierto, pero cuando entré me lleve una sorpresa aún mayor, estaba mi profesor de historia ahí, al parecer el no esperaba visitas, porque cuando me vio, retiro la mano que se movía sobre el notorio bulto de su pantalón. Yo sabia lo que eso significaba y la cara que tenía me lo confirmaba, él no estaba calificando trabajos estaba viendo pornografía. Y yo que creía que los adultos ya no veían esas cosas. Pero fingí indiferencia y entré.
-¿Aún sigues aquí Cesar?
-Estoy buscando mi chamarra profe.- aunque podría preguntarle lo mismo pervertido.
-Oh está bien.- dijo él tratando de sonar tranquilo, que suerte que no lo había encontrado con su miembro afuera, pensaba yo, pero era imposible las de la limpieza siempre se quedaban para limpiar los salones y eso era un riesgo para él.
Me asome sobre las mesas para ver si veía algo, pero para mi mala suerte yo me sentaba hasta atrás en el rincón, avance por un pasillo entre las mesas y la vi en el piso, genial. Fui hacia ella y me incline por encima de la mesa para tomarla, dejando mis nalgas un poco levantadas, exactamente en su dirección, puedo jurar que no lo hacia intensionalmente pero caí en la cuenta cuando ya lo había hecho, pero aunque sabía que me observaba me empezó a dar un morbo increíble, mi pene se estaba endureciendo un poco, nunca me había pasado. Así que tome la chamarra, me levante, y tratando de ponerla en frente de la pequeña erección que me había surgido me dirigí a la salida.
-Bueno me voy profe.
-Sale Cesar nos vemos mañana.
-Si profe.
Cuando caminaba hacia la parada del camión, mi cabeza no dejaba de pensar en lo que acababa de pasar, el bulto del profe, yo enseñandole las nalgas, pero sobre todo el morbo que esto me había ocasionado, incluso la erección. Pero mi mente se empezó a enfocar en algo más, su paquete. Él vestía algo formal pero siempre con pantalón de mezclilla, y para que se marcara su erección en el pantalón de mezclilla entonces debió de haber estado muy excitado. Él tendria unos 35 años, siempre llevaba camisas de vestir, pero con pantalones de mezclilla que lo hacían parecer más relajado e informal, medía 1.80 o un poco más, era de complexión robusta, tenia la cabeza completamente rapada, cejas algo gruesas y era algo moreno, un poco más que yo.
Cuando llegué a la parada de la avenida, que estaba en el cruce con otra, el semáforo se puso en rojo, así que decidí esperar a ver el camión que me llevaba, mientras seguía pensando en lo mismo de antes. Hasta que un pitido me trajo de vuelta a la realidad a unos 2 metros de mi estaba un auto Fiesta verde bandera, pero me extrañé al ver al conductor, ¡¡era el profesor de historia!!
Me acerque y el por la ventana y me pregunto, -¿a donde vas?- cuando le explique que tomaba dos camiones y le dije hacia donde iba, el sonrió y me dijo que el vivía para haya, me podría dejar como a 5 minutos de mi casa donde yo tomaría un camión y ya. Me ahorraría tiempo y un camión, así que acepte. Me subí al auto en el momento en que el semáforo se puso en verde de nuevo. 
Al principio el trayecto fue algo callado e incomodo, sobre todo por lo que yo había visto y hecho. Hasta que él empezó a romper el silencio con preguntas sobre trivialidades, me preguntaba que como me iba en la escuela, el entrenamiento etc. Pronto empezamos a agarrar confianza y yo le empece a preguntar también. Era la primera vez que hablábamos sobre algo que no fuera el país y su situación o sin tener que discutir y tratar de superarnos. Me explicaba sus cosas y yo las mías, el me empezó a preguntar por mi familia, mis amigos, incluso mi novia y yo le respondía sin problemas, sentía que el ya me agradaba.
De vez en cuando volteaba hacia el bulto que se marcaba por ir sentado, me causaba mucho morbo y era la primera vez. Él lo empezó a notar porque después me pregunto. 
-¿Te sorprende?- Pero lo hizo como si fuera una pregunta de lo más normal, así que le conteste también como si fuera lo más normal.
-Algo, es que se ve grande.
Él empezó a reír -bueno, no es enorme, pero creo que es de buen tamaño. ¿Quieres tocarla?
Esa ultima pregunta me tomó desprevenido y no pude ocultar mi sorpresa.
-Tranquilo.- se disculpó.
-No, no hay problema, es que me pillo por sorpresa.- pero lo que quería preguntarle necesitaba todo mi valor -¿fue en serio?
Él rió un poco y me volteo a ver -si quieres y te animas, si.
Le sonreí, no sabía que carajos era lo que estaba a punto de hacer, pero quería hacerlo, tome valor de nueva cuenta y estire mi mano hacia su paquete, él seguía manejando, pero parecía tranquilo, así que con mi mano lo tome, era suave, se podía sentir su calidez, lo apretaba un poco y lo recorría con mi mano, era más grande el bulto que mi mano. Me volteo a ver de nuevo y me preguntó.
-¿Te gusta?
Yo asentí, estaba atrapado con lo que tenia en mi mano, mi pene se empezó a endurecer y a levantar la tela de mi short, haciendo como carpa. No lo podía negar, eso me gustaba.
-Uy parece que te gustó mucho ¿verdad? ¿me dejarías a mi sentir eso?
-Claro.
Acercó su mano hacia mi pene y lo tomó, a diferencia de él, la tela de mi short hacía que se levantara perfectamente, por lo que era fácil sujetarlo. A través de la tela, me masturbo un poco, bajo la mano hacia mis huevos y los masajeo, y empezó a acariciar mi pierna, yo me estaba poniendo muy caliente, no era como cuando fajaba con Stephy mi novia, eso eran solo besos descontrolados y unos cuantos roses y toques. Esto era muy físico y él sabia muy bien lo que hacía.
-Oye Cesar me has puesto muy caliente, ¿que te parece si vamos a mi casa y terminamos con esto? Y yo te llevo luego a tu casita.
Accedí por mero instinto, no tenía ya el control de mis pensamientos ni de mi cuerpo, ¿había aceptado ir a casa de mi profesor ¿por sexo? mi mente no se controló el resto del camino, solo pensaba en lo que iba a suceder, en cambio mi profesor no soltaba mis piernas, me tocaba, subia por mi abdomen, pellizcaba un poco mis tetillas y me tomaba por la nuca.
Al llegar a su casa, que era de un solo piso y algo pequeña, me abrió la puerta y me indicó donde dejar mis cosas.
-¿Gustas tomar algo?
-No, gracias.- le respondí, estaba algo nervioso y no podía concentrarme, seguía caliente pero tenia miedo de lo que podía pasar, nunca había hecho esto, pero ahora ya no había vuelta atrás.
Se acerco a mi y me miro a los ojos, me sonrío y me dijo, -tranquilo, te tratare bien, lo haré despacio.- me acercó a él y me acaricio el cabello, después bajo sus manos hacia mi cadera para levantar mi playera y quitarmela, tocó mi torso, mi pecho y mi abdomen suavemente con sus dedos. Llego hasta mi short y lo bajó junto con mi ropa interior, se agachó y empezó a acariciar mi pene que ya estaba de nuevo completamente erecto, tomada mis testículos y pasaba por mi glande lentamente. Acerco su boca a el y lo empezó a mamar suavemente, sentía su lengua jugando con el tronco de mi pene y dando círculos en la cabeza, yo estaba completamente erecto. Me empujo hacia su sofá donde me tumbo con las piernas abiertas para seguir mamando mis 15cm de verga, que estaba en pleno desarrollo, el corto y poco vello púbico que había era prueba de eso. El siguió mamando y besando cada parte de mis genitales mientras tocaba el bulto que se marcaba en su pantalón, si seguía un poco más yo habría terminado, pero esos no eran en sus planes.
Se detuvo y empezó a desabrocharse su camisa, dejando a la vista un estomago que aunque no estaba marcado se veía bien en él, un poco gordito, unos pezones morenos y vellos que cubrían todo su pecho y bajaban hacia el ombligo. Después desabrocho el pantalón  y se lo quitó, traía unos slips verdes que marcaban perfectamente la verga caliente que traía.
-¿Te animas Cesar?- me dijo mientras bajaba su mirada de mis ojos hacia el slip.
-Claro.- le dije de una manera que casi parecía suplica.
Él se levantó y se sentó a lado de mi en el sofá, tomó mi nuca y bajo mi cabeza hacia el slip, empece a besarlo sobre la tela, olía fuerte, como a sudor con semen, al parecer ya se había pajeado hace rato. Baje el slip y me sorprendió ver una verga de unos 22cm, dura, peluda, y con un par de huevos de buen tamaño, tenía la cabeza rosita y el tronco del color de su piel, yo estaba encantado con ese trozo de carne, así que sin pensarlo me lo metí a la boca, sentía su calidez y su sabor fuerte, algo salado, era tan gruesa que apenas me cabía en la boca, trataba de meterme su trozo entero pero no podía, era muy grande para mi, pero a él no le importaba sentía como empujaba mi cabeza más hacia él, hasta que di una arcadas. Me la saque y la aprecie de nuevo, chupe sus huevos morenos, sentí sus pelos en mi lengua y labios, quería devorarlo todo, hasta que me detuvo.
Me sonrió y me dijo que ya era tiempo para que mi culito se usara. Yo no me negué, aunque si estaba algo nervioso, yo hubiera podido continuar mamando hasta que terminara en mi boca pero él no quería eso. Me puso en posición de perrito sobre el sofá y se colocó detrás de mi, yo cerré los ojos y de inmediato empecé a gozar. Él estaba mamando mi hoyito magníficamente, mi verga estaba babeando con la sensación de sentir su lengua pasando por mi ano una y otra vez, luego se mojo sus dedos y fue tocándolo hasta que lentamente fue tratando de meterlos, al principio sentí presión cuando empezó a meter un dedo, después metió dos y empezó a meterlos y sacarlos de el, estaba tan caliente que solo quería que me cogiera ya.
-Hazme tuyo.- le dije.
Él solo rió, parecía que solo esperaba que yo dijera eso. Escupió en mi hoyo y después en su verga hasta dejarla bien lubricada, después se acomodó detrás y la fue metiendo lentamente, era un ardor, pero rico, podía sentir como su verga se abría paso en mi esfinter, yo gemía del dolor, algo que le excito más y cuando me di cuanta ya la había metido toda, tenía 22cm de carne dentro de mi ser. El empezó con el mete y saca, acelerando poco a poco la velocidad, sentía sus envestidas y sus huevos chocando con mis nalgas, el estaba casi encima de mi, tomándome por la cintura, empezó a cogerme muy duro, pero a mi ya no me importaba, eso era un placer que no había sentido nunca y me encantaba. Los dos ya gemíamos de gusto, el tocaba mi espalda y nalgueaba despacio mis glúteos, yo estaba completamente erecto, me sentía una niña, casi su perrita, puse mi mano atrás para sentirlo a él con cada envestida, él se detuvo y me acostó de espaldas en el sofá, abrió mis piernas y volvió a insertar su verga en mi ano. Nuestros cuerpos rosaban continuamente sentía sus pelos púbicos rosando mis huevos, yo ya no podía más así que eyacule sobre mi pecho y el suyo, algunas gotas alcanzaron mi rostro, pero no me molesto, pase mi mano por las gotas de leche y me lo comí, la vista que tenía era magnifica, un macho en todo su esplendor, las gotas de mi leche cayendo por su pecho peludo, el sudaba y gemía, no faltaba mucho para que me diera su premio.
El se detuvo de repente, arqueo la espalda y fue cuando sentí como se llenaba mi interior de su miel, tan caliente y espesa, soltó 3 chorros adentro de mi, para después sacarla y echar otros 2 sobre mi abdomen, se puso a cuatro sobre mi, mientras recuperaba el aliento y su verga volvía a su tamaño normal, el me sonrió, así que sin pensar levante mi cuerpo para alcanzar sus labios con los míos, a esa altura ya no había ninguna regla que me importara. Nos separamos y el se fue al baño a limpiar la leche que tenia en su torso, dejándome desnudo y abierto de piernas en su sofá, estaba lleno de leche de los dos, mi culo emanaba todo lo que le me había echado ahí. Me sentía tranquilo, salió del baño con 2 toallas y me dijo te quieres duchar, pero fue cuando volví a la realidad, tome mi celular y ya eran las 5 pasadas, no tenía mucho tiempo para volver a mi casa, así que quedamos en que la ducha quedaría pendiente, me limpie lo que pude y me vestí. Él accedió a llevarme hasta mi casa así no perdería más tiempo, en el camino quedamos en que eso sería un secreto y que en clases todo sería igual que siempre, para evitar problemas, yo estaba de acuerdo tenia una reputación y una novia que cuidar. 
Me despedí de él como si solo fuera un amigo, sin besos ni abrazos ni nada íntimo, la calentura había pasado y él volvía a ser mi maestro. Aunque sabia muy bien que para él ya no iba a ser solo su alumno, ahora también sería su perrita. Aunque para mi novia, yo seguiría siendo el mismo solo que ahora más caliente.

4 comentarios:

  1. Mme encanto tú relato yo pase muchas cosas así i experiencias fueron muy bellas

    ResponderEliminar
  2. mmmm.... Me gusto tu relato, nunca he vivido una experiencia asi, ¿me enseñan?, yo tambien vivo en México y pues soy Bisexual

    ResponderEliminar
  3. Guuuaaaaa me puse hottttt. Hasta me imagine esa historia ... Sabes te dejo mi twitter @tutankamonjabib
    O me buscar por javier areas espero tu respuesta...

    ResponderEliminar
  4. Esta historia me recordó cuando yo tenía 34 años me encontré un preparatorio que hiva a cumplir 17 añitos fui su primera vez y lo anduve disfrutando por casi 3 años en la actualidad tengo 51 años y muchos anécdotas ah por cierto soy bisexual

    ResponderEliminar